domingo, 8 de junio de 2008

ROMANIA CU TRENUL-RUMANIA CON TREN





Un país que siempre suscitó nuestro interés, un tapón romano-bizantino en la zona balcánica, eso creíamos que era Rumanía, la Rumanía contradictoria de Carol II, Mihail I, Codreanu, Antonescu, Sima, Giorghiou-Dej, Ceacescu, Ilion Illiescu,..., la Rumanía de valacos, moldavos, húngaros, sajones, zíngaros, la Rumanía del gran bosque y del gran río, la de la música gitana, de cosas como esta..."Rumanía insólita" del vídeo que sigue.



Así, luego de regresar de Turquía y Siria, nos planteamos inmediatamente el "a donde y cuando": Resultó un viaje a medida por el centro y noroeste de Rumanía (Transilvania y Maramures), siempre acercamiento en avión e internos en trenes, autobuses y , excepcionalmente, en taxis.
Duración: Una semana.
Período: Principio de junio.
Presupuesto: Sobre 500 € persona.
Por diversos motivos, solo nos lo planteamos tres: Nosotros (Tina y Gonzalo) y César.
Nuestro plan: Vuelo directo en fechas baratas entre Madrid y Cluj-Napoca con la Compañía rumana de bandera TAROM, un par de días en Maramures para la experiencia con un tren forestal a vapor en la frontera con Ucrania, y el resto visitas a Cluj-Napoca, Sibiu y Brasov, es decir, a las tres ciudades más importantes de la región sajona (Transilvania).
Cerramos y confirmamos el viaje entre 31 de mayo y 7 de junio.



En marcha, pues....

PRIMER DIA.- Sábado, 31 de mayo de 2008.- Viaje Spain - Rumanía

Salimos de Madrid como estaba previsto: En un vuelo de Tarom directo de Madrid a Cluj Napoca. Digamos que este era nuestro primer encuentro con Rumanía y aquí aparece la primera sorpresa.. retraso a la salida de 2 horas aproximadamente y casi nulas explicaciones por un personal del tipo "funcionarial" (tipo bien conocido por nosotros y del que aún quedan "reliquias" en algunas administraciones públicas). Cena a bordo: Aceptable menú y bebida. Llegada a Cluj con casi dos horas de retraso. La terminal del aeropuerto, a pesar del rimbombante adjetivo de "internacional", nos resulta bastante deprimente (poca luz, instalaciones espartanas,...).
Taxi al Hotel, que nos da mil y un rodeos para llegar en modo a cobrarnos el doble. En esto, nada que objetar, pues aquí, en Celtiberia, la cosa es, tantas veces, similar (o peor, si no que se lo pregunten al algunos "japos").
Ya comenzábamos a estar un poco "depre" y arrepentidos de este viaje...
Llegamos al hotel...y primera percepción altamente positiva: A pesar de ser un 3 * Sup. tenía una limpieza y servicios impecables, incluido el acceso WiFi gratuito en todas las habitaciones. Esto de internet gratuito se repetirá en todos los restaurantes, hoteles y terminales a donde vayamos. Cuestión a tomar ejemplo en esta nuestra Spain, en donde siempre nos cobran por todo y después están permanentemente con rollos como "acceso universal y gratuito a la sociedad de la información", según nos dicen siempre los poderes públicos.
http://www.pensiuneacluj.ro/en/index.html

SEGUNDO DIA.- Domingo, 1 de junio de 2008. Viajando a Maramures

Después de desayunar en el Hotel, tomamos autobús (por aquello de utilizar prioritariamente el transporte público) hasta la estación del ferrocarril, en donde adquirimos los
billetes de 1ª clase, pues no conocemos el grado de confort y limpieza de la 2ª
Allí, nueva sorpresa (en este caso, positiva): Como no teníamos tren hasta las 12:45, la empleada de la taquilla, en defecto de consigna, nos permite depositar nuestras mochilas y maletillas en su oficina hasta la hora de salida del tren.
Como el tren Expreso (Accellerat) Timisoara - Iassi, que nos conducirá hasta Salva, en donde deberemos cambiar, no comporta restaurante ni cafetería, nos aprovisionamos de pizza y cerveza en abundancia para almorzar en el tren.
Nueva sorpresa (esta vez,) desagradable. El tren conduce 7 vagones de 2ª clase y 1 de 1ª. El de 1ª es impresentable (fabricado en la desparecida RDA y con apariencia de no haber sido nunca mantenido) y lleno hasta los topes. Tenemos que levantar a unos tíos que van dormidos todo a lo largo de los asientos en donde se encuentran nuestras plazas. Las ventanillas: Unas no se pueden abrir, otras no se puede cerrar. El WC: Mejor ni comentarlo.
En Salva nos bajamos y tomamos el tren Personal (equivalente a un regional de los nuestros pero de los de hace 50 años) y aquí ni se nos ocurre ir en 1ª, vamos en 2ª, que al menos los asientos son de gutapercha y se le pasa un papel para limpiarlos. El paisaje, de Salva a Viseu de Jos, precioso: Grandes bosques en montañas medianas. El campo muy trabajado y las casas, todas unifamiliares -muchas de madera- llenas de flores y pintadas.



Ya en Maramures, llegamos a Viseu de Jos a las 16:50 y tomamos un microbus colectivo que nos lleva a Viseu de Sus (a 4 kms.) , en donde hicimos el check-in en el Hotel, callejeamos un poco para "entrar en harina sobre Maramures" y cenamos. Como siempre pedimos cosas típicas de la región ("allá donde fueres haz lo que vieres, allá donde vaya come lo que haya"), se nos ocurre pedir el plato típico de la región sin entrar en detalles (resultó una rara combinación de carne y ensalada, tapada con una crema agria de leche) fuimos incapaces de digerir con nuestros inhabituados paladares.
La habitación: Bien en la relación calidad/precio. El desayuno, demasiado espartano para nuestra forma de desayunar.

Recomendaciones del día

1) Si viajas en tren en Rumanía, te puedes encontrar con cuatro clases de trenes
- Personal (cercanías o regionales de poca distancia y pésima calidad).
- Accelerat (expresos de media distancia, con calidad similar a los anteriores, salvo que paran en pocas estaciones).
- Rápido (trenes de media y larga distancia, con pocas paradas y aceptable calidad)
- Intercity (trenes de media y larga distancia, con pocas paradas y confortables, incluido restaurante/cafeteria).
Si quieres conocer el pais y su gente, no dudes en viajar en cualquier tipo de tren, pero tienes que dejarte de exquisiteces ........y hacerlo con lentitud. Una hora de lento viaje te permite ver poco territorio pero muchas cosas. Una hora en un tren de alta velocidad te permite recorrer mucho espacio sin casi enterarte por donde pasas.
http://www.cfr.ro/
2) El Hotel Gabriella, vale la pena y es el mejor de aquella zona. Tiene un restaurante barato y de buena calidad, aunque de escasísima variedad.
http://www.hotel-gabriela.ro/eng/

TERCER DIA.- Lunes, 2 de junio de 2008.- En tren de vapor por el Valle de Valser


La cosa prometía. Nuestro gran día: A recorrer unos 60 kms. por el Valle del Valser, río que casi hace frontera con Ucrania, en un pequeño tren de vapor de ancho 0,75 m. utilizado por los leñadores y que presta servicio regular.

Muy temprano - a las 08:00 estábamos ya en la estación del CFF (Caile Ferrata Forestal) con un montón de gente (algunos "guiris" como nosotros y una cantidad considerable de paisanos con sus bolsas y leñadores con sus utensilios de trabajo). Salimos a la s08:30 hasta Fasnia, unos 2/3 del eje principal de la red ferroviaria, que tiene numerosos ramales para cargue de madera.
En una de las numerosísimas paradas técnicas y "comerciales" de pequeño-gran tren, aprovechamos para estirar las piernas y enrollarnos con el personal auctóctono, César deja una bolsa de bandolera con un libro y unos 30 Euros en el suelo y cuando regresamos.....se había evaporado. Nos prometimos -por si acaso- observar atentamente el borde de la vía cuando regresamos, lo que hicimos, pero sin fruto.



En Fasnia creimos poder comer como Dios manda, pero solo nos fue posible comprar en la cantina de los leñadores un par de latas de carne (para comer en frío), una gran hogaza de pan y un par de botellas de vino . Comer, lo que se dice comer, no fue mucho, pero beber sí y contentos que estábamos para el retorno, que César y Gonzalo lo hicieron colgados de los estribos para bien ventilarse. Llegamos a Viseu cerca de las 7 de la tarde y, a pie, nos acercamos a un par de iglesias (bisericas) enteramente construidas en madera y típicas en Maramures.
Detalles curiosos del tren de Valser:
Las locomotoras de vapor consumen como combustible únicamente madera procedente de los cortes para normalizar las dimensiones de los troncos para uso industrial.
En el ascenso por el valle tomó un par de veces agua en ruta. En un caso en un embalsamiento pequeño al lado de la vía, en el otro de un arroyo que pasaba debajo de ella.
Es el único medio de comunicación en el entero Valle, por lo que se utiliza, además de para el transporte de troncos, para el traslado de ganado, transporte de combustible para maquinaria forestal y de la misma maquinaria, de leñadores, etc. Además, para "mover" a inquietos como nosotros, amantes de observar un pasado precioso.
Un pequeño grupo de suizos que han "sentado su culo" en Maramures contribuyen dinámicamente a impulsar este ferrocarril como complemento a la actividad maderera.

Recomendación del día.- No os lo perdáis. Es una maravilla y solo por esta excursión ferroviaria y ecológica por el Valle del Valser valdría la pena volar a Rumanía.






CUARTO DIA.- Martes, 3 de junio de 2008.- En marcha hacia Sibiu

Nos levantamos un poco tarde y con indecisión de qué camino tomar.
Hacia el Norte y justo en la frontera de Ucrania se encuentra Sighetu Marmatei, población de unos 15000 habitantes y en la que antes de la II Guerra Mundial existía una comunidad judía numerosa, la que quedó prácticamente eliminada en la fase final del conflicto al tomar el poder el partido fascista Guardia de Hierro (Horia Sima) por colaboración de este partido con tropas alemanas de las Waffen SS en retirada del frente de Este para su envío a los campos de exterminio.
Pero este no era el motivo de nuestro interés (poco podríamos hacer por aquellos inocentes asesinados en otra época) si no el conocido como "Cementerio Alegre" en el que todas las tumbas están decoradas con motivos florales y alegres dibujos y el dar un "garbeo" por la vecina Ucrania.
El día anterior, conversando con algún lugareño de Viseu de Sus, nos desalentó: La vecina población ucraniana distaba unos 10 kms., los trámites administrativos de frontera eran tediosos y llevaban bastantes tiempo y que "la cosa cultural y artística" no era de gran interés.
La segunda era tomar el tren hacia el Sur y, retrocediendo a Cluj-Napoca, alcanzar Sibiu, Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 2007, al atardecer.
Dicho y hecho, tomamos esta segunda opción.
Un taxi nos conduce a la estación de Viseu de Jos para tomar un tren hasta Salva que enlazara con otro destino Cluj-Napoca.
En la taquilla nos facilitan los billetes y subimos al tren....pero no sabíamos que en Salva teníamos que proveernos de un suplemento "accellerat".
Ya subidos en Salva al Expreso Iassi - Timisoara, el controlador nos solicita los billetes y nos exige el pago de los suplementos......cuyo importe superaba con creces los niveles de precio fijados por los CFR en su página Web. Después de un "tira y afloja" y cuando procedemos al pago en billetes y monedas (48 ROM), el controlador toma los 3 primeros billetes de 10 ROM, se los mete en el bolsillo y nos dice que vale, no nos extiende justificante alguno y se larga.......vamos detrás de él y se suscita una discusión "hispano-rumano-bizantina" sobre moral y reglamentos. Al fínal, para no liarnos con una denuncia que nos haría perder la tarde (y puede que el enlace en Cluj), decidimos incorporarnos a esta corruptela de baja intensidad. No sería la primera vez que en este encantador pais sufríeramos en propias o ajenas carnes cosillas de este tipo.
Llegados a Cluj con media horilla de retraso, lo que nos impide comer tipo "mesa y mantel" y volvemos al bocata/pizza y cerveza en ruta, subimos a un Rápido Cluj - Sibiu (nuevo automotor Desiro) de buen confort y lo mejor que hemos visto para observar panorámicamente desde el tren. Un viaje tranquilo y bastante rápido, pasando por ciudades como Alba Iulia, Aiud, etc.
Llegamos a Sibiu sobre las 19:00 y fuimos a la Pensiuneia (parecido a nuestros hostales) que habíamos contactado. La rehusamos, pues la relación nivel de precio/calidad-prestaciones no eran razonables para lo que esperábamos.
Nos dirigimos al centro por recomendación de unas chicas que hablaban español (con marcado acento americano...). Allí volvemos a corroborar que el personal femenino habla frecuentemente español gracias a.........las telenovelas, que gozan de un enorme prestigio en toda Rumanía.
¡Albricias¡...en la Plaza Mare encontramos un Hotel de 3* que es una gozada de calidad y de ....precio (el dueño nos indica que 100 ROM la doble y 80 la individual). Un poco sorprendidos, insistimos por separado y en al menos 2 ocasiones que se trataba de ROM's y no de Euros. No había duda....pero César desconfiaba ..y quería ya pagar por adelantado. Extraño...no nos pidieron documentos ni nos hicieron cubrir la ficha policial habitual. Al final, optamos -con desconfianza, eso sí- por esperar al día siguiente.


Cenamos como señores al aire libre, presenciamos un festival y gozamos de las terrazas de Sibiu.
Planificamos los pasos siguientes y acordamos quedarnos 2 noches en Sibiu , 1 noche en Brasov y la última en Cluj-Napoca.

Recomendación del día.- Como los pequeños choriceos de los burócratas están al orden del día y suelen estar justificados por sus raquíticos sueldos y la todavía más raquítica capacidad de compra, casí resultan comprensibles y si no que se lo pregunten a la gente de Celtiberia que vivió en las décadas de los 4o y 50....
Otra cosa es la historia hotelera....aquí mejor prudencia y desconfianza.

QUINTO DÍA.- Miércoles, 4 de junio de 2008.- Sibiu, una gozada....con alguna sorpresa.
Ya pasamos el ecuador de nuestro viaje y tenemos toda una jornada completa para nosotros en Sibiu, bella ciudad sajona cuyo callejeo nos hace creer que bien pudiéramos estar en una ciudad alemana como Nuremberg, salvo, claro está, el que casi no se escucha la lengua alemana, pues la mayoría de los llamados volkdeutsche pusieron los pies en polvorosa hacia mejores paises (RFA) durante el "reinado" del "conducator comunista" Sr. Ceaucescu. No obstante y aparte el mundo de los edificios e iglesias, existen numerosas librerías, centros culturales, etc. con contenido y continente perfectamente alemán. Incluso su alcalde es de etnia alemana.
http://www.sibiu.ro/index_en.php
Aquí nos permitimos conocer la Torre del Reloj, el mundo de las "bisericas" o iglesias de diferentes confesiones y charlar con la gente.
Muy significativo: Cuando se pregunta a alguien si es húngaro (etnia y lengua) -30 % de la población- ó zíngaro o alemán....todo el mundo responde rumano y en rumano (ó en inglés ó -muy frecuente- en español de telenovela). Un profesor jubilado de liceo nos comentó que las atrocidades interétnicas (muy fuertes) durante la Segunda Guerra Mundial y, las expulsiones controladas del período comunista, han conducido a que el conjunto de la población, aún con sus diferencias, procura, cada vez más, convivir en paz y sin incorporar elementos que pudieran exagerar pretensiones identitarias. La región más grande y rica es Transilvania, en donde estamos, y me comenta que sólo piden una limitada autonomía económica respecto al "gobierno gitano de Bucarest". Y, según este profe jubilado, ahí termina todo....aunque la población alemana y la judía (la poca que queda de ambas luego de los períodos fascista y comunista del siglo pasado) siguen detentando el poder económico y la educación de calidad en Transilvania.
Llegamos a la noche y cenamos en la terraza del hotel. César insiste a la camarera en que quiere pagar ya, aunque se quedará, al menos, una noche más. La camarera dice no localiza a su jefe. Finalmente nos trae una nota "guarrera" (en una servilleta) y ...sorpresa, sorpresa,...son 100 y 80 € ,respectivamente. Montamos en cólera y exigimos la presencia del "jefe".....se nos conduce a "su presencia en su despacho" y allí se organiza un pequeño "cacao" con amenaza mútua de llamada a la policía, etc.
Finalmente, a la vista de que la situación administrativa del hotel era un tanto irregular, el tío cede por el precio originalmente convenido y nos largamos con viento fresco.....a las estación para tomar un tren dirección Brasov (eran cerca de las 12 de la noche y no queríamos dedicarnos a la búsqueda de otro hotel).
Llegamos a la estación y....mala suerte.....el expreso nocturno, que llevaba coche camas, con destino Bucarest y parada en Brasov acababa de pasar. El próximo tren......uno Personal (regional de tercera división) con salida a las 03:35. Decidimos aguantar y esperar en aquella inhóspita estación acompañando a las pocas personas que tomarían trenes nocturnos, pero antes salimos a reponer "combustible" (café y cervezas, así como chocolate) en una tienda abierta al lado de la estación.



Recomendación del día: Si vas a Rumanía no te olvides de Sibiu, a pesar de la historia del hotel, que nos pasó por incautos, aunque al final, todo resuelto..

SEXTO DÍA.- Jueves 5 de junio de 2008.- Viaje tercermundista y callejeando por Brasov

Ya estamos en la estación de Sibiu, Gonzalo y Tina se lían a charlar con unos paisanos que tomaban un tren a las 03:15 para Tirgu Mures, el profe jubilado y un chaval estudiante universitario que nos acompañará toda la noche, incluso en el tren, hasta Brasov. Este nos dice que va con la tercera carrera que espera que cuaje, pues hasta ahora las anteriores solo le han servido para silbar alegremente. También nos explicita el nivel de salarios actual en Rumanía (al mes: jubilada de una fábrica (su abuela), 38 €; enfermera de hospital (su madre), 160€; oficial de policía antidisturbios (su padre), 350€). Atención: 1 kg. de tomates, 2 €, 1 l. de aceite, 4€,...y todo por el estilo.
Excepción: Los médicos de su sistema nacional de salud, los cuales, con carácter casi institucionalizado, cobran de manera diáfana pero ilegal, una cantidad al paciente por consulta. Son -parece ser- los tíos ricos del sistema y, a su lado, un ingeniero de caminos, un químico, etc., parecen menesterosos.
Solo la cerveza es francamente barata y buena, especialmente las locales (la cuarta parte -ma o meno- del precio aquí, en Spain).
Subimos al tren a la hora prevista.......y era, con crece, el peor que hemos visto. Puertas que no cierran (van abiertas al exterior durante todo el viaje de más de 4 horas), WC indescriptible, sin agua, sin jabón, sin papel,.....todo oxidado..). Nos acomodamos a nuestras anchas.......hasta que el tren se aproxima a Brasov, que comienzan a subir trabajadores.......y aquello se puso a tope.
Nuevo espectáculo a cuenta de los billetes: Observamos que el revisor "pica" billetes con varias perforaciones de "picadas" anteriores y que gran parte de los viajeros depositan en su bolsillo 1 billete de 1 ROM. A esto lo bautizamos como "gestión directa del control". Mismo comentario: También a nosotros nos pasaban cosas similares no hace tanto tiempo....(fielatos, trenes, instancias,.....je, je) y también ahora a gran escala y niveles ligados a la política (se conoce con el nombre de "mal de marbella" por ser el gran detonante). Además me comentaron en el viaje del penúltimo día que hemos contagiado de este mal a la costa rumana del Mar Negro.
Casi a las ocho menos cuarto de la mañana y con sueño, sin lavar y sin hacer nuestras necesidades fisiológicas, descendemos en Brasov y.........nos vamos a buscar alojamiento.


Tomamos un taxi (los taxis son francamente baratos en Rumanía y siempre te dan un ticket con el importe, kms., IVA, etc.) y localizamos un hotel de aceptable calidad/precio. Muy antiguo, era el mejor de la Ciudad hace 50 años. Es el Hotel Coroana (3*). Grandes y hermosas habitaciones y aseo/baño sacado de la belle epoque.
Dedicamos el día a conocer Brasov. A nuestro juicio, compartiendo muchas similitudes con Sibiu, su decadencia y cierto abandono en edificios céntricos la hacen menos atraciva. Se nota la ayuda prestada y el impulso generado por la acción de declaración de Patrimonio de la Humanidad concedido a Sibiu en 2007.
http://www.brasov.es/
Por la mañana nos fuimos en taxi a Bran, por aquello de no perdernos el castillo de Drácula, que para nosotros resultó poco interesante en todos los aspectos. Creemos que, con el viajecito de 60 kms. ida y vuelta en taxi, y el tiempo allí dedicado a curiosear por las diferentes estancias del castillo, mejor hubiera sido acercarnos un par de horas a otra ciudad sajona próxima.
Pronto, muy pronto, nos fuimos al Hotel para descansar y recuperarnos de la falta de sueño derivada del viaje de la noche anterior.

SÉPTIMO DIA.- Viernes, 6 de junio de 2008.- Poiana Brasov y retorno en tren a Cluj-Napoca.

Pronto, muy pronto, nos vamos a buscar donde desayunar (los desayunos rumanos en cafés y restaurantes no se caracterizan por su "rotundidad" (calificativo de moda aquí), pero encontramos uno aceptable aunque con un nivel de precio superior al nuestro.
Conocidad la fama que entre los amantes españoles del sky tiene la estación invernal de Poiana Brasov, que solo dista 12 kms. del centro de la ciudad, nos largamos en autobús para echarle un vistazo. Resultó bastante "desangelada", en parte por no estar en temporada y también por no observar actividad ni ofertas de otras actividades conexas a la montaña (senderismo, trecking), aunque se ven caminos bien señalizados desde el autobús.
De vuelta y antes de tomar el tren para Cluj-Napoca, comimos en un restaurante puramente rumano y sin "guiris" que no queremos dejar de citar y recomendar: Sergiana , en Muresenilor 27. Consideramos que fue lo mejor en restaurante (variedad, calidad, originalidad rumana) en nuestro viaje.
A las 15:15 estábamos ya en la estación para tomar un Intercity, el Avram Iancu Burcarest - Oradea, que nos dejaría a las 21 horas en Cluj-Napoca. Contrariamente a los anteriores trenes, observamos una excelente calidad en estos Intercitys, incluida la cena en el Bar-Bistrot del tren, conexiones para teléfonos y ordenadores accesibles en todos los asientos, entre otras cosas.
Llegados a Cluj, taxi a la Pensiuneia Cluj y a dormir.

Recomendaciones del día.- Si tiene que moverte en autobús por el centro y sois 3 personas, mejor el taxi, que te sale casi más barato que los autobuses.
Si tomas el tren rumano, no vale la pena pagar primera clase. En los trenes malos, la segunda está más higiénica (asientos plástico, suelo sin moqueta,..), en los Rápidos e IC's solo se diferencia en la amplitud de los asientos.


OCTAVO DÍA.- Sábado, 7 de junio de 2008.- De nuevo en Cluj-Napoca y vuelta a casa.


Bien desayunados en la Pensiuneia Cluj y antes de tomar camino al Aeropuerto, nos propusimos conocer el centro de Cluj-Napoca, la mayor ciudad de Transilvania y centro cultural del Imperio Austro-Húngaro en los Balcanes. Impresionantes sus edificios, se respira un buen ambiente cultural. Tuvimos ocasión de ver la parafernalia de una entrega de diplomas en un Liceo al término del "Abitur" (herencia germana del bachillerato=igual a nuestro antes de la decadencia de LOE, LOGSES y demás). También una sorpresiva -en aquel ambiente- exhibición de moteros.
El viaje de retorno, sin contratiempos...

Recomendación del día.- Procura gastar todos los ROM que te queden antes de llegar al Aeropuerto. Los precios del Frei son superiores a cualquier pais y los billetes no son útiles para un cambio posterior a Euros en nuestro pais.




Conclusiones:

1) Vale la pena realizar un viaje así y a este país, que nos ha gratamente sorprendido.
2) Montátelo tu mismo. Tendrás mayor flexibilidad y te sale casi por la mitad.
3) No es un país de pícaros o ladronzuelos, como gentes que no lo conocen nos dicen.
4) Es cierto que -eso sí- existe una picaresca muy extendida, pero, por otra parte, comprensible.
5) Te sorprenderá la buena convivencia entre razas y lenguas diferentes.
6) En lo tocante al "manduque", la cosa es flojilla y monótona. No esperes grandes comidas.
7) En lo referente a bebida....la cerveza es muy buena y baratísima.
8) El vino ya es otra cosa. Bastante dulce, difícil encontrar vinos secos, y calidad mediocre.
9) Procura cambiar en bancos y paga con tarjeta o en ROM's.
10) No saques dinero en cajeros. Cuando vuelva a casa te enterarás de lo que te cargan...
11 y última) No nos equivocamos con el presupuesto.... Tina y Gonzalo cerraron con unos 475 € per cápita y César anduvo -según nos cuenta- próximo a los 550/575.

domingo, 27 de abril de 2008

EN SIRIA Y REGRESO A CASA



Lunes, 7 de abril

Estamos en Siria desde ayer, aunque realmente comenzamos nuestro periplo por este país hoy.



Desayunando en Hotel Le Baron

A las 8 de la mañana aparece nuestro conductor (Jaled) su furgoneta al lado del Hotel Le Baron. Este conductor es subcontratado de otro con el que pactamos precio y condiciones, discrepando sobre las condiciones (que no el precio) del servicio a prestar. Al final, la cuestión se resuelve amigablemente.



Nuestro amigo Jaled

Partimos a las 9 para Ebla, las Ciudades Muertas y un Museo del período bizantino, todo en un radio de 30 kms. de Alepo. Mucha historia y monumentos.

Casa habitada por beduinos en las Ciudades Muertas

La Ciudades Muertas nos impresionaron, pues sus restos evidenciaban una calidad de vida que nos parece increíble a la luz de los años. Lo pasamos muy bien y con muy buen “rollo” en el grupo y con Jaled.


Por la tarde, visitamos el Monasterio de San Simeón. Fenomenal. Vale la pena.



El grupo (menos la "fotógrafa" en San Simeón

Regresamos pronto al Hotel Le Baron y cenamos en un restaurante al lado mismo, pues el restaurante del Hotel estaba tan desangelado (cero clientes..) que pensamos razonablemente que sería bueno que en cuestión de pitanza largarse de allí. Además, los dos o tres tíos que parecían los “gerentes”, nos daban la paliza constantemente con sus invitaciones a cambiar moneda, tanto que parecían moscardones y queríamos perderlos lo antes posible.

No recordamos el nombre del restaurante, pero está en la primera planta del edificio de al lado del Hotel. Tiene una pequeña terraza y los precios son muy buenos para nuestro poder adquisitivo. Además, sirven birra y vino sin hacer los ascos habituales de muchos otros sitios de Oriente Medio.

Martes, 8 de abril

Hoy, sin Jaled, pero con un guía autóctono que hablaba un correctísimo frances, dedicamos el día a visitar Alepo, a excepción de la Ciudadela, que estaba cerrada.

Un poco de todo (Mezquita, Zoco, Barrio Cristiano,…..). Almuerzo en el Barrio Cristiano, diez por ciento de la población de Alepo y varias confesiones cristianas (griega, maronita, armenia, católica siria,…). Se aprecia mejor nivel de vida que en el resto de la ciudad. Almorzamos en un restaurante del sector cristiano.

Por la tarde nos dirigimos a la estación ferroviaria de Alepo para adquirir unos billetes de coche cama para el regreso de Damasco a Alepo el sábado 12 que no resultó posible adquirir por Internet, ya que la Web de la empresa ferroviaria estatal siria (CFS) no lo contempla

http://www.cfssyria.org/CFS/index.php?option=com_frontpage

Nueva sorpresa en este agradable e insólito pais: En Alepo solo se pueden adquirir billetes con de trenes con origen en Alepo. Si se quieren obtener para trenes partiendo de Damasco, es necesario adquirirlos en Damasco o llamar por teléfono (cuyo número nos facilita el factor de la estación) a las taquillas de Damasco....,sin comentarios.

A cenar otra vez en el mismo sitio de ayer y nuestro amigo César comienza a piar (no salimos de cordero y pollo, especialmente pollo) y Gonzalo a ponerse histérico, ya que no logra confirmar la reserva de un vuelo interno (Adana-Estambul) por Internet, con lo que su plan de retorno está en el aire.

Otra vez a dormir en Le Baron…y mañana despedida de Alepo.

Miércoles, 9 de abril

Cargadas nuestras mochilas en la furgo del amigo Jaled, salimos las 07:30 con un largo recorrido. Comenzamos con Hama y sus gigantescas norias, luego Apanema, y nos dirigimos hacia el Crack de los Caballeros, a donde llegamos casi cerrada la noche.



Recién llegados al Crack...somos casi unos "crack"

Por el camino compartimos té y kefir con unos beduinos que nos soportaron, habiendo almorzado un par de horas antes en un restaurante de cristianos ortodoxos griegos. Espléndido. Espléndido también el trato recibido por parte de unos polis sirios que estaban en una mesa de al lado y con los que brindamos por todo lo humano y divino de forma reiterada (especialmente Gonzalo).

Simpáticos y acogedores

Alojamiento fetén en un hostal al lado del Crack y cena informal (no tenía restaurante) con pizzas del “telepizza local” y habitual vino libanés.

Jueves, 10 de abril

Toda la mañana en el Crack, que, sin duda, es de lo más relevante de Siria y del cual hay mucha información en la Red.

Sobre las 12 del mediodía nos largamos pitando hacia Palmira (250 kms.), pero Gonzalo sigue inquieto por no tener resuelto el tema del regreso para enlazar con su vuelo en Estambul el lunes por la mañana y decide, con Tina, quedarse en Homs y tomar un tren para Damasco, en modo a poder resolver el asunto del billete. César, por su parte, quiere acompañarles para dedicar más tiempo a ver Damasco. Así, el grupo se fracciona en 2

3 a Damasco y 3 a Palmira.

En la estación de Homs, toda una aventura para lograr que la señora de la taquilla (que no hablaba más que árabe) entendiese lo que le pedíamos. Finalmente, llega el Jefe de Estación con otra empleada ¡¡¡venezolana¡¡ y que nos resolvió todo en un plis plas y nos acompañó hasta la puerta del tren.

Hasta el Jefe de Estación nos saludó amigablemente

El tren, fenomenal, un automotor de 4 vagones construido de 2002 en Corea del Sur y dotado de todos los servicios (vídeo, música, té durante la marcha, etc.) nos permitió ver un paisaje diferente (desierto, suburbios de Damasco,..). Llamativo: 180 kms. de recorrido con 1,80 € por viajero….vamos, una caña en Madrid..).

César y Gonzalo al partir de Homs

Pequeño/gran (depende de cómo se mire) timo del taxista en la estación de Damasco: Por llevarnos al Hotel (unos 5 kms.) nos cobró el equivalente a 7 €. El mismo recorrido cuando regresamos del hotel a la estación el sábado: 1€. En el primer caso, sin taxímetro.

Recomendación: Si tomáis un taxi en Siria, con taxímetro y fijándoos en el marcaje inicial (bajada de bandera, unos 20 céntimos de euro –equivalencia-. Caso de no tener taxímetro, siempre acordar precio ofreciendo un billete en moneda siria. Una carrera normal dentro del casco urbano de Damasco o Alepo no debe costar más de 70 “syrian pounds” (libras sirias), es decir, 1€. Esto os dará una referencia de precios de transporte.

Llegamos al Hotel y, sorpresa, sorpresa, no hay habitaciones disponibles, pero tiene casi al lado un “apartamento” (sic), casi por la mitad de precio, pero que, una vez dentro vemos que

1) A las camas le faltan las sábanas de arriba

2) No hay más que dos toallas para 3 personas.

3) Tiene un sistema de calefactaje del agua con una bombona de ¡¡propano¡¡ en un habitáculo que sirve de WC y sin ventilación alguna…

4) Etc.

Como no estamos para discusiones y tenemos un hambre feroz, aceptamos y nos vamos a apagar la sed y llenar el estómago, pero antes Gonzalo arregla en la agencia de Turkish Airlines de Damasco el asunto de los billetes Tina + Gonzalo del vuelo de enlace Adana – Estambul.

Dormimos –eso sí- como lirones.

Viernes, 11 de abril

De Belén, Paco y Raúl, a los que abandonamos en Homs, nada sabemos, aunque han quedado en ponerse en contacto con nosotros a la llegada a (nuestro) Hotel.

Aseados y duchados en el “cuarto de baño” del apartamento, cuya descripción omito para evitar un nuevo “descojone general”, desayunamos en un café en el que nos “clavaron” (seguimos “pecando” como “guiris”) y dedicamos los tres (César Gonzalo y Tina) a callejear por Damasco y sobre todo, ver la Mezquita Omeya y la Tumba de Saladino, a lo que dedicamos la mañana. Al mediodía comemos en el barrio cristiano, en una terraza y aquello nos supo a gloria, incluido el cafetillo y la charleta mantenida con nuestras vecinas, dos guapísimas sirias que tomaban una pizza (una “in” a lo occidental, la otra “in” a lo islámico en perfecta armonía…esto es alianza de culturas y no el rollito de las civilizaciones que aquí nos han montado). Nos levantamos y a callejear por toda la zona para ver si comprábamos algo, especialmente “réplicas” de los rollos de moda (cartier, tag, breitling, …) que estaban tiradas de precio, pero que “cantaban” su falta de originalidad a tres metros de distancia. Concluido nuestro peregrinaje, recorrimos a pie medio Damasco para llegar al Hotel, incluido el pasaje por la acera de un centro de “no sé qué” (no había ninguna identificación exterior) donde unos tíos de paisano y con un armamento acojonante nos “sugieren” salgamos de allí echando leches. Ni que decir tiene que, sin correr, por no demostrar nuestro pánico, nos movimos del sitio a paso militar.

Nuestros esperados ausentes nos largan un SMS para decir que no encontraron sitio en el Hotel (no solo no perdieron, si no que ganaron al cambio) y que se fueron para otro lado y que vienen enseguida. Arreglados todos los asuntos pendientes, acordamos ir a cenar a un sitio en donde se pudiera beber algo razonable en estos casos (birra y/o vino) y encontramos restaurante del Hotel Omeyead. De miedo, una cena a la francesa que nos compensó las desventuras precedentes. Allí, César decide “acoplarse” a los demás, ya que Gonzalo y Tina regresan al día siguiente a Turquía, vía Alepo.

Nos vamos al apartamento-hotel (¡albricias, ya hay sábanas y toallas¡) y a la piltra.

Sábado, 12 de abril

Gonzalo y Tina callejean por Damasco durante la mañana, mientras César, Paco, Belén y Raúl se van a ver la Mezquita Omeya y más monumentos. La Ciudadela no podrán visitarla, pues, como a nosotros nos aconteció ayer, está cerrada por obras.

Quedamos a comer juntos en un restaurante griego de la zona cristiana.

Buena comida y tirada de precio, como habitualmente en Siria. Allí nos separamos los dos grupos, pues Gonzalo y Tina retornan a Alepo en el tren de las 17:45 y los otros cuatro se van de compras para mañana hacer –siempre con el inseparable Jaled- el sur de Siria (120 kms. al sur de Damasco: Borsa, etc.)

Tina y Gonzalo, recogen sus bártulos en el alojamiento y se largan en un taxi a la estación del tren, en donde……….¡sorpresa,..¡ el tren de las 17:45 es un conjunto de vagones, limpios pero totalmente destartalados, con un vagón restaurante en el que sería imposible sentirse a gusto. Eso sí, los compañeros de viaje (sirios todos) que iban con ellos, acogedores, serviciales, etc.

Habitación de Lawrence. Parece que nada ha cambiado

El tren, bastante rápido, les hace llegar puntualmente a Alepo (22:50) y como no tienen nada reservado, se van de nuevo al Le Baron, en donde les asignan la misma habitación que ocupó Lawrence de Arabia. Como los muebles eran tan de la época, la verdad es que hubo momentos en que estos huéspedes pensaron les podían obligar a pagar la factura que el amigo Lawrence dejó de “pufo” en su momento y que el hotel guarda en una vitrina como una reliquia. No fue así, pero el tipo de la recepción les metió el “pufo” a través de una conversión euro a dólar que figuraría en el guiness.

La factura demostrando que Lawrence era un poco-bastante morosillo

Domingo, 13 de abril.

(Relatamos a partir de este momento los eventos de Tina y Gonzalo, en espera de una breve nota de lo acontecido al resto, que retornaron sanos y salvos el viernes 18 y sábado 19).

Visitamos la Ciudadela de Alepo. Bien, vale la pena, y vale la pena también tomarse un té en el café situado en la cumbre, por la panorámica.

A continuación, en la “otogar” de Alepo, preguntamos por autobuses para Antakia o Adana y nos dicen que nada, na nay de china, que en taxi o nada. Concertamos taxi para las 15:00 para Antakia por el equivalente a 13 €.

Comida en restaurante conocido y recoger mochilas y a la “otogar”.

Alli –nueva sorpresa- encontramos presto para salir a las 15:00 …¡un autobús destino Antakía¡. Preguntamos al conductor si podíamos ir y nos dice que sí, que sin problema. Pero, al instante, aparecen 2 taxistas sirios que hablan con el conductor y este nos dice que ahora no, que nada, que no nos deja subir. Volvemos al plan “concertado” y cuyo desarrollo podría ser novelado.

Aparece un Fiat 131 destartalado, nos dice que subamos, pero que metamos las mochilas al lado nuestro en los asientos de atrás. Viene un tío y sube al maletero 4 ó 5 latas de 20 l., llenas con algo. A continuación sube en el asiento delantero un tío que dice ser de Mersín (Turquía) y amigo del taxista. El coche sale como alma que lleva el diablo, haciendo adelantamientos terroríficos por una carretera que ya se puede uno imaginar, dirección a la frontera. Llegados a la frontera, el taxista y el turco pasan al tax-frei y vienen con un cargamento de …cartones de tabaco. En el ínterin, nosotros 20 minutos en el control sirio, papel que falta, papel que aparece, etc.

Luego, 2 horas en una cola interminable en el lado turco, revisando maletas, maleteros, mochilas, fardos. Los turismos parecían camiones.

Revisión a fondo de nuestro vehículo. El aduanero pregunta si parte del tabaco es nuestra. Como no tenemos clara la cosa decimos que no, luego sí y el aduanero turco nos regaña un poquito, pero lo acepta.

A todo esto, un calor sofocante en medio de las montañas. Nos cepillamos casi dos botellas de litgro y medio de agua. Estuvimos a pedirle al taxista cargar nuestras botellas de plástico con el agua (que suponíamos, pues vino no creíamos) de los bidones del maletero.

Llegamos a Antakía y en vez de dirigirnos directamente a la “otogar”, el tío se detiene en una callejuela y de una pequeña nave sale un turco con tropecientos bidones de plástico de 20 l. vacíos. Nosotros nos bajamos a respirar y contemplamos las operaciones de logística integral que se iban a desarrollar.

El turco acompañante baja los bidones del maletero y el taxista comienza con una goma introducida por la boca del depósito un trasvase a los bidones vacíos que trajo el otro turco. Dada la cantidad de bidones, estaba claro que había más combustible que el del depósito, por lo que allí había “tomate” (zonas suplementarias). No sabemos, pero, entre unas cosas y otras, el asunto rondaba los 200 l. o algo parecido.

Explicación: El negocio no era nuestro transporte, si no el trapicheo (en un lado el litro a equivalente a 7 céntimos de euro y en el otro a 1 euro y 60 céntimos).

Ya tranquilos, tomamos el autobús para Adana, 3 horas de viaje….bien.

En Adana, llegados a las 23:30, buscamos un taxi para el aeropuerto y nueva sorpresa, pues un pretendido taxista nos conduce a un lugar medio oscuro para subir a un coche que no ostenta rótulo alguno de taxi, a lo que amenazamos en alto con gritos de ¡policia¡ y el tipo de larga al escape.

Tomamos un taxi “normal”, llegamos al aeropuerto a las 00.30 (del lunes, ya) para tomar nuestro vuelo Adana – Estambul de las 04:30, enlace en Estambul al vuelo destino Madrid y en casita a las 2 de la tarde, con un sueño descomunal y los riñones magullados.

A quien quiera oír y escuchar:

A) Ni de coña hacer el viaje en solitario. En pequeño grupo resulta altamente recomendable.

B) Se ahorra un pastón haciéndolo por “libre y a la carta”.

C) Negociar todo. Si no te entienden, billete local y dígitos con dedos.

D) Pasaportes.- Jamás desprenderse de ellos (en los hoteles que os tomen los datos y en las fronteras no depositar en los taxistas)

E) Cambio.- En la banca oficial. Utilizad moneda local con preferencia.

F) Paisanaje.- Excelente, tanto en Turquía como en Siria. Algunos un poco pesados con los turistas, pero es inevitable (y si no que lo preguntan a algunos extranjeros que nos visitan a nosotros).

G) Transporte público.- Bueno, muy bueno, en ambos paises. Recomendamos el tren: Es una buena forma de conocer un país por el paisaje y por la conversa con otros viajeros.

H) Seguridad (safety): Visto lo del taxi Alepo – Antakía, uno podría creer que aquello es la leche. No es así, aquello fue una excepción, las cosas son seguras. Inevitable encontrarse con algo como la bombona de propano, que no sería difícil que te ocurriera también aquí. Otras cosas se han visto. Trenes y autobuses, limpieza impecable y constante. Da gusto.

I) Seguridad (security): Fenomenal, especialmente en Siria. Siempre “sientes” la policía cerca. Podrías perder la cartera en la calle y seguro que la tienes en tu poder antes de un par de horas. Da gusto en este aspecto el hacer un viaje por estos dos países. Otra cosa es el “trapicheo, choriceo, etc.” de algunos profesionales (no todos), como taxistas. Pero el resto (restaurantes, bares, comercios, etc.) impecables.

Nuestros colegas, regresados un par de días más tarde, poco nos pudieron referir cuando nos vimos en España. Lástima de no haber continuado juntos...

Nuestro próximo viaje: Mayo ó junio 2009, zona a determinar, pero no nos resignamos a volver en plan aventurero. Dejamos -por ahora y hasta el advenimiento de achaques postjuveniles y preseniles- esas cosas de playita, crucero, etc.

domingo, 20 de abril de 2008

LA VIA TURCA HACIA SIRIA

De EL MUNDO EN LA MOCHILA



PREPARATIVOS, LLEGADA A ESTAMBUL Y GRAN VIAJE FERROVIARIO Y POR CARRETERA

Hace largo tiempo que algunos de nosotros deseábamos realizar un viaje “por libre” a Siria, con planificación de elementos indispensables (o lo que es lo mismo, dejando que las cosas fueran produciéndose en base a necesidad detectada, luego satisfacción realizada.

Así fue como, este pequeño y variopinto grupo, constituido por dos parejas ya un poco creciditas y dos solitarios emprendimos esta aventura cuyos datos primarios damos aquí y luego desarrollamos cronológicamente.

Inicialmente la cosa estaba prevista para un par de semanas para el grupo entero. Luego, inconvenientes de salud principalmente, hicieron que una pareja limitara su viaje a 10 días, otra pareja se tomase la cosa con 18 días y los dos solitarios en 14.

Quedamos en encontrarnos los 6 en Estambul el viernes dia 4 de abril de 2008. Allí nos juntamos a las 20:00 y nos alojamos en el mismo hotel. Todos habíamos viajado en un vuelo directo de Turkish Airlines…buen servicio y buen precio.

http://www.thy.com/es-ES/index.aspx

Como desde España habíamos reservados los billetes en los ferrocarriles turcos a través de Internet

http://www.tcdd.gov.tr/

Inicialmente habíamos programado realizar el viaje Estambul – Alepo (Siria) el domingo 6 en un tren directo llamado “Taurus Expreso”. La larga duración del viaje (teórica 30 horas, en la práctica un par de horas más por la parada en la frontera), las dudas respecto a la existencia de vagón restaurante y la inferior calidad del vagón coche cama sirio respecto a los turcos, nos llevó a adelantar una fecha la salida de Estambul con el siguiente programa:

* Estambul – Ankara.- Baskent Expreso 10:00 – 16:30. Pullman con vagón restaurante.

Estirar las piernas por Ankara y, a continuación

* Ankara – Adana .- Çukurova Mavi Expreso 20:15 – 08:05.- Coche cama y restaurante. Buenos departamentos, las camas más amplias que las habituales en los trenes de Europa Occidental. Valoramos muy positivo que cada departamento tiene un pequeño frigorífico.

A la llegada a Adana, cambio de tren a

* Adana – Osmaniye.- Firat Expreso 08:40 – 10:08 .- 1ª Clase en compartimentos.

* Osmaniye – Antakia.- Dolmus (taxi colectivo).- Un par de horas

* Antakía – Frontera – Alepo.- Taxi un par de horas y tiempo de “coña marinera” ó “mareo sirio” en la frontera…que sea lo que Ala quiera.

Nos pasamos por la estación de Sirkeci (la del Oriente Expres), próxima al hotel, antes de que cerraran las taquillas, para obtener los billetes físicos para todo nuestro tránsito por Turquía.

Cenamos frugalmente (siempre con la historia de la dificultad de obtener birra alcohólica o un vinillo) y nos preparamos para el día siguiente.

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Sábado, 5 de abril de 2008............emprendemos la vía turca, luego la siria. Nos vamos de un tirón hasta Alepo.

Luego de un buen desayuno, nos largamos a las 07:30 en 2 taxis (6 € por taxi) desde donde estábamos alojados (Hotel Aziyade…no está mal.., 49 € doble con desayuno con reserva por Internet) hasta los muelles de salida de los ferrys que atraviesan el Bósforo

Aventureros en el ferry de Karkoy a Haydarpassa

que van hacia la parte asiática, en donde se encuentra la estación ferroviaria de partida para Anatolia y más allá (estación de Haydarpassa), uno de los edificios ferroviarios más bellos que hemos vista y que no desmerece de la esplendidez de Estambul.

Salimos a la hora prevista de Haydarpassa en el Baskent Express, confortablemente sentados en butacas pullman.

Estación de Estambul-Haydarpassa

Hacia el mediodía, pasamos al restaurante del tren, con óptima relación calidad/precio (al menos para un español) y disfrutando del paisaje en la zona de Karakoy (Karakoy rampassi). A partir de Karakoy pudimos apreciar constantemente lo avanzado del trazado de la Alta Velocidad turca en el eje Estambul-Ankara.


Llegamos a las 17:10, con 40’ minutos de retraso, por causas que no sería capaz de explicar, ya que no hubo detenciones en el trayecto por tiempo significativo. En cualquier caso, parece que para cerca de 600 kms. es un tiempo de viaje real (7h. 10’) aceptable en líneas convencionales del sistema ferroviario en general.



Un breve paseo por le mercado que se encuentra en los bajos de la estación en donde hay un número considerable de puestos dedicados a…..la venta de ropa y efectos militares¡¡. Pocas veces hemos visto tanto uniforme y sus complementos. Ello corrobora nuestra creencia del fuerto apego a la milicia por parte de la sociedad otomana. Alguno acabó comprando un pasamontañas militar (muy útil para las correrías por la sierra madrileña durante el invierno.

Tomado un aperitivo en el bar de la estación de Ankara, a las 20:00 nos subimos al tren y nos acomodamos en nuestros departamentos. Nada más salir, pasamos al restaurante que, con escasa iluminación y menor variedad de platos que en el viaje precedente, nos permitió ir satisfechos a cama.

A las 06:00, rompiendo el día y bajando la Cordillera Taurus, nos despertamos y admiramos desde la ventanilla del tren el extraordinario paisaje. Gonzalo se fue al vagón de cola para filmar aquel descenso vertiginoso.

A la hora prevista llegamos a Adana y luego de tomar un café en un chiringuito sito en el andén anejo a la vía de donde salía nuestro siguiente tren, nos subimos al Firat Expreso, que también puntual nos situó en Osmaniye.

Aquí se acaba nuestro viaje ferroviario (el turco en la fase ida) y, siguiendo el programa, comenzamos los de carretera.

Parcial del grupo en compartimento del Firat Express

Dos “dolmus” (una mezcla de taxi colectivo y microbús) nos transportaron de Osmaniye a Iskanderun (la antigua Alejandría) y de ésta a Antakia (la antigua Antioquia), donde comenzaron nuestros pequeños contratiempos.

Primero, el dolmus nos deja en una especie de descampado lleno de furgonetas y algunos taxis.


El grupo al completo en el "dolmus"

Como nada tenemos claro, preguntamos si hay autobús hasta Alepo (Siria), unos 120 kms. La respuesta es “no” dada por taxistas turcos que se brindan a transportarnos en 2 taxis y 100 dólares en total. Como todavía no hemos “aterrizado” sobre el valor de las cosas y el dinero en aquel mundo, nos parece bien (más tarde nos damos cuenta que hemos sido casi “estafados”. Nos vamos a comer en plan “kebab” y ya nos recogen los taxis.

Segundo: No sabemos que pasó, pero la conclusión que sacamos al llegar a Alepo es que los taxistas estaban compinchados con gente de la frontera. En el lado sirio, unos tíos, que no nos queda claro si eran o no aduaneros nos piden nuestros teléfonos móviles y “requisan” un N95, que es recuperado “merced” a la "intervención" de los taxistas y "apoyo" de 50 dólares que nos piden. El espectáculo es vergonzoso. En honor a la verdad es que es el único suceso negativo, pues tanto funcionarios como policías sirios en el resto de nuestro viaje se portaron de modo correcto, amable.

Recomendación para no avisados: En Antakía hay una estación de autobuses (“otogar”) en la que periódicamente salen autobuses para Alepo (cada 2/3 horas, aproximadamente). Os costará no más de 3 € por cabeza y os evitaréis esta historia rocambolesca. Ni puñetero caso a la camorra de taxistas de Antakía habituales del mercado.

A las 5 de la tarde del domingo 5 estábamos ya en Alepo, entrando en el Hotel Le Baron, sintiéndonos un poco Lawrence de Arabia, Churchill, etc. en aquellas destartaladas –aunque históricas- habitaciones. Atención con el tipo de cambio que os hagan en este hotel. Si reserváis por fax o mail, que os expresen el coste euros o en libras turcas, no en dólares.

En la fachada del Hotel Le Baron

Respiramos tranquilos. Nos hemos "tragado" casi 2000 kms. de un "tacazo" y con comodidad decreciente.

El comedor del Le Baron. Lawrece, Agatha, Churchill, Ataturk nos acompañaron

Nuestra siguiente entrada del blog hará justo recorrido por Siria. Mañana nos pondremos a la obra.